Se trata de un pastel esponjoso con levadura y relleno de frutas (pasas) y que se prepara tradicionalmente para el domingo de Pascua en países de la Europa del Este. La tradición judía elabora el babka a partir de una tira de masa con levadura doble y trenzada y suele cocinarse en un molde de repostería alto. En vez de frutas suele estar relleno de canela o chocolate. Ésta última versión es la que vi en el blog de cocina "Quiéres caldo? pues toma dos tazas" y a parte de la foto del postre, que animaba a prepararlo, vi que estaba perfectamente explicado, así que no dudé en ponerme manos a la obra. Espero que os animéis a hacerlo también, porque el resultado merece la pena.
Ingredientes para 2 unidades
Para la masa
- 530 g de harina normal
- 100 g de azúcar
- 20 g de levadura fresca de panadero
- ralladura de 1 limón pequeño
- 3 huevos talla L
- 120 ml de agua
- 1/3 cucharadita de sal
- 150 g de mantequilla a temperatura ambiente
- aceite de girasol para engrasar el molde
Para el relleno
- 50 g de azúcar glass
- 30 g de cacao puro en polvo
- 130 g de chocolate negro derretido
- 120 g de mantequilla derretida
- 100 g de nueces (en mi caso normales)
- 2 cucharadas de azúcar
Para el sirope
- 260 g de azúcar
- 160 ml de agua
Elaboración
Primer día
1. Mezcla en un cuenco preferiblemente con un robot de cocina, todos los ingredientes secos de la masa: harina, azúcar y ralladura de limón.
2. Disuelve la levadura en el agua templada y añádela a la mezcla anterior, junto con los huevos y amasa a baja velocidad unos segundos y después aumenta a velocidad media durante unos 3 minutos hasta que la masa se una.
3. Añade la sal y la mantequilla en cubitos (de unos 2 cm) poco a poco, hasta que se integren en la masa.
4. Continua amasando unos 10 minutos más a velocidad media hasta que la masa esté suave, elástica y brillante.
5. Si veis que la masa se va quedando pegada en las paredes del recipiente donde se está amasando, ir rascando con una espátula.
6. Forma una bola con la masa y ponla en un recipiente pincelado con aceite de girasol para que fermente en la nevera como mínimo medio día, mejor si es toda la noche.
Segundo día
7. Engrasa dos recipientes metálicos de unos 23x10 cm y cubre el fondo con un poco de papel de horno.
8. Divide la masa en dos partes iguales, manteniendo una tapada en el recipiente engrasado en el frigorífico.
9. Prepara el relleno mezclando el chocolate derretido con la mantequilla derretida y a continuación con el azúcar glas y el cacao en polvo hasta que quede una pasta untable.
Nota: antes de extender el relleno en la masa, tiene que estar totalmente fría.
10. Estira la masa con el rodillo en una superficie ligeramente enharinada para formar un rectángulo de unos 38x28 cm. Arréglalo con un cuchillo, para que se te quede una rectángulo regular.
11. Extiende la mitad del relleno preparado sobre la masa con una espátula, dejando un margen de unos 2 cm en todo el perímetro.
12. Esparce la mitad de las nueces troceadas y una cucharada de azúcar encima del relleno.
13. Pincela con agua los bordes de la masa.
14. Enrolla la masa apretando un poco y sella al final.
Nota: mete al frigorífico unos cinco minutos para que la masa vuelva a coger un poco de consistencia (es una masa, que en cuanto coge un poco de temperatura, se blandea hasta el punto de no poder trabajar con ella).
15. Sacar del frigorífico la masa y con ayuda de un cuchillo afilado, cortar el rollo a lo largo en dos mitades.
16. Gira un poco las dos mitades de forma que el relleno mire hacia arriba.
17. Une las dos mitades en uno de los extremos y ve trenzando pasando la masa de la derecha sobre la de la izquierda, procurando que el relleno siempre vaya mirando hacia arriba.
18. Cuando termines de trenzar toda la masa, corta un par de centímetros en cada extremo.
19. Pasa el babka al molde engrasado y con el fondo cubierto con papel de horno. Prepara el otro rollo.
20. Cubre los moldes con un trapo de cocina húmedo y déjalos levar entre 1 y una hora y media, en un lugar templado (donde no haya corrientes).
21. Precalienta el horno a 180º C. Debe estar bien caliente.
22. Hornéalos entre 25 y 30 minutos, hasta que estén bien hechos en el interior. Puedes comprobarlo pinchando con una brocheta. Ésta tiene que salir limpia.
23. Mientras se hornean los babka, prepararemos el sirope, mezclando el agua y el azúcar en un cazo a fuego medio. Déjalo enfriar.
24. En cuanto salgan los babka del horno hay que pincelarlos con el sirope. Gastar prácticamente todo el sirope.
25. Cuando estén templados, desmóldalos y déjalos enfriar en una rejilla completamente.
Está buenísimo.
Fuente: No quieres caldo? Pues toma 2 tazas.
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