Ingredientes
- 4-6 lomos de bacalao desalado
- 200 ml de tomate frito
- 1 cucharada de piñones
- 1 cucharada de uvas pasas
- 1 cebolla grande
- 1 trocito de pan (50 g aprox.)
- harina de trigo
- 1/2 vaso pequeño de vino blanco (opcional)
- agua
- sal
- aceite
- pimienta (opcional)
Elaboración
1. Primero vamos a freír el pan. Ponemos a calentar aceite en una sartén y cuando esté añadiremos el pan. Hay que tener mucho cuidado porque enseguida se quema. Cuando esté dorado por ambas partes, lo ponemos en un mortero y reservamos.
2. Ahora haremos el bacalao. Únicamente lo enharinamos (no añadimos sal) y le damos vuelta y vuelta en la sartén con un poquito de aceite. Cuando esté dorado por ambas partes, lo sacamos y reservamos en una cazuela, donde terminaremos de preparar este plato.
3. En la misma sartén donde hemos hecho el bacalao, freímos las cebollas cortadas en juliana. Añadimos un poco de sal. Cuando empiece a dorarse la cebolla, añadiremos la uvas pasas y los piñones. Rehogamos unos minutos.
4. Mientras se hace la cebolla, majamos (trituramos) el pan en el mortero. Cuando esté triturado, añadiremos agua hasta cubrir. Reservamos.
5. Pochada la cebolla, añadimos el tomate frito y el vino blanco. Añadimos sal y un poquito de pimienta. Bajamos el fuego y mantenemos unos 15 minutos.
6. Por último, añadiremos el majado y un poquito más de agua (1/2 vaso) y mantendremos a fuego suave durante 15-20 minutos. La salsa tiene que quedar ligera, no seca.
7. Terminada la salsa de tomate, la añadiremos ahora sobre los lomos de bacalao que teníamos reservados en la cazuela. Para que la salsa llegue bien a todos lados, moveremos con cuidado la cazuela. La pondremos a fuego muy bajo (2 en inducción) durante 8-10 minutos y tapamos. Moveremos la cazuela varias veces y muy suavemente durante la cocción.
Es un plato que mejora de un día para otro.
Espero que os guste.
Nota: en vez de usar tomate frito, podemos usar tomates naturales. Para ello necesitaremos unos 5 tomates maduros. Escaldaremos los tomates en agua hirviendo durante un par de minutos (previamente les hacemos un pequeño corte en la base del tomate). Una vez escaldados los pasaremos por agua fría (hay quien aconseja meterlos en agua con hielo) y fríos, los pelamos y troceamos (se pueden dejar las semillas). El tomate se añadirá a la sartén, cuando la cebolla esté pochada. Rehogaremos unos 15 minutos y añadiremos sal y pimienta.
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